SI DE REFRANES......

REFRANES

SI DE REFRANES HABLAMOS....

Por lo general no cuestionamos los refranes ni los dichos ya tan escuchados y usados por la mayoría. 

Ellos forman parte de la historia, y costumbres de nuestra sociedad, de nuestro pueblo, de nuestra familia. 

Cuantas veces de nuestros labios sale -sin pedirnos permiso-, un “dicho”, o una frase hecha. Lo decimos, casi sin pensar. 

Cuantas veces concluimos una conversación con un “refrán” a manera de darle un toque de distinción o ponerle punto final. 

Cuantas veces utilizamos mal el significado de ellos. 

Cuantas veces no entendemos, real/mente, lo que con él expresamos.

Lo interpretamos mal, o no lo interpretamos, pero…:

- queda lindo 

- es...la frutilla del postre

- no sabía como cortar la charla

- me vino a la boca

- me salió

- fue lo único que se me ocurrió 

- ja!...no pudo decirme más nada

- se quedó mudo

- lo dejé chatito

- lo sorprendí con lo que dije

- si me entendió bien...sinó también

- ya fue!

- y andá a cantarle a Gardel -otro dicho- mal dicho o mal usado.

Los Seres Humanos somos criaturas de costumbre, nos hacemos un hábito (bueno o nocivo), y éste se queda a habitar en nosotros.

Incluso en muchas ocasiones creemos que es correcto, ubicado y ético lo que comentamos, y nos damos lugar a emitir una opinión, una respuesta, un consejo, una directiva, una enseñanza.

Por ejemplo: 

Una mañana voy a la perfumería, allí me encuentro con una vecina que está esperando para que la atiendan.

- Buenas tardes, hola vecina , cómo está?

- Bien Lili, pero escandalizada con la noticia de que Andrés, el hijo de Grace, decidió irse al exterior. Pobre madre!!!

- jem, esteeee.  Vió como son las cosas, doña Ana? (silencio y pausa...ji!) y...,"hay que ponerse en el zapato del otro".

Y ahí apareció la *frase mágica* que lo resume todo: terminó la conversación, 

y con 7/8 palabras (refrán) le dije a mi vecina, indirectamente, que no hablara sino sabía las circunstancias, los por /menores del otro; y yo tampoco. Pero Andrés es el "otro", y él Opta y Toma sus decisiones.

Amigos Viajeros me van entendiendo?. 

Sin embargo, ustedes pensarán que estoy en total acuerdo con el uso de todos o casi...todos los refranes, frases y demás condimentos... . 

Que el diálogo del ejemplo es un hecho real. Si,  lo es .

Que en la conversación con doña Ana,utilicé el dicho antes mencionado. Pues no, no lo usé . Simplemente le dije que Andrés seguramente, tendría sus razones. 

Por qué no es parte de mi vocabulario parafraseado el Ponerse en los zapatos del otro?

Aquí va mi opinión:

El significado que se acostumbra darle es  

-experimentar en carne propia lo que el otro vive

-andar por el camino que el otro pisa.

-pasar por los obstáculos que el otro enfrenta.

-cruzar o romper las mismas barreras 

"Ponerse en su piel" o literalmente  "ser sus pies"

DIME ...
¿Te probaste, alguna vez, calzado ajeno?. 

A mi no me conforma esa frase. No me parece.

Es pertinente y noble entender los sentimientos de otras personas y tratar de ver las cosas desde su perspectiva. Esto nos corresponde, ya que somos ser creados en Amor y del Amor. Sin embargo, la expresión antedicha, siempre me resultó curiosa, polémica, incluso inadecuada.

Acaso, ¿es muy factible que el calzado del otro nos quede bien?, ¿qué no nos duela?, ¿que no nos complique la movilidad?. 

No es factible, y me dirán: ese es el sentido del dicho. 

Pues, yo sostengo que Dios desea y nos pide que seamos comprensivos. 

Aceptar la vida del otro sin juzgar ni criticar. 

Si, comprender, sin obligación ni necesidad de entender -que no es lo mismo-. 

Cada experiencia de vida, es única. Está conformada según el aprendizaje que necesita cada alma. El Ser humano propicia, él mismo, sus batallas, sus encuentros y des-encuentros. 

Cada uno debe caminar por la ruta que elegimos. Porque en algún momento, de forma con/ o in/consciente elegimos por donde transitar, con quién transitar, e incluso, cómo transitarla.

Por eso sostengo que no es aconsejable ponernos en los zapatos del otro.

Lo más probable es que nos quede chico, o muy grande; que nos incomode su horma; que no podamos usar ese taco, con esa altura (por bajo o alto) o que no nos guste el modelo ni el color.

Si nos pusiéramos los anteojos de otra persona, veríamos mal.

Lo conveniente -en todo sentido- es, no andar ni ponerse zapatos ajenos Saldremos heridos , mortificados, decepcionados. Y con nuestros pies, posiblemente lastimados.

Seamos comprensibles, amables, sinceros, serviciales, respetuosos con el otro y con el camino que se impuso o eligió. 

Pero no modifiquemos su hoja de ruta a nuestro parecer, no quitemos árboles, no pongamos farolitos, ni agreguemos letreros luminosos que son de nuestro gusto; al otro, puede encandilarlo, puede mostrarle lo que aún no quiere, no puede o no es beneficioso que vea.  

Se sensato contigo mismo y los demás.

Sé prudente y cauto por tí y por los demás. 

Sé amoroso.  

Se "practico" : 
NO INTENTES PONERTE EN LOS ZAPATOS DEL OTRO, CREEME
QUE TE RESULTARA MUY INCOMODO...

Y Como dice la canción de Serrat ....

"CAMINANTE SE HACE CAMINO AL ANDAR"

PERO CALZADO CON TUS PROPIOS ZAPATOS