jueves, 30 de agosto de 2012
La Kundalini en el Ser
LA KUNDALINI EN EL SER HUMANO
Surge de las
gónadas, donde empieza el germen de la vida, y sube en espiral por la zona que
conocemos como columna vertebral.
Existen siete
puntos de parada por el camino, o centros energéticos, que representan estados
de evolución vital. Estos centros energéticos son vórtices de energía que giran
y que llamamos chakras.
El primer
chakra empieza en las gónadas y se encarga del instinto de supervivencia del
organismo. Este se une al segundo chakra, encargado de los procesos
reproductivos de la vida (el sexo). El tercer chakra corresponde al plexo solar
y significa la capacidad de supervivencia del organismo. A estos tres primeros
centros se les conoce como los chakras inferiores, ya que son los aspectos
básicos de la función vital. Aunque son «inferiores», son tan necesarios para
el conjunto como los aspectos más elevados.
Desde el plexo
solar subimos hasta la cavidad torácica y este centro es el que se conoce como
chakra cardíaco. Es aquí donde el organismo procesa las emociones y los
sentimientos. En el caso ideal, este chakra debería unir los inferiores con los
superiores. El corazón se encarga de los temas de equilibrio. Las personas que
sufren ataques al corazón, muchas veces es porque han quedado conmocionadas por
alguna información que les deja en un desesperanzado estado de desequilibrio
que se manifiesta como paro cardíaco.
Encima del
corazón tenemos el chakra de la garganta. Este regula la expresión verbal, que
de forma ideal debería ser procesada por el centro cardíaco. Cuando alguien
habla desde el corazón, se le entiende perfectamente.
A medida que la
vida evoluciona por esta escalera energética, llega a lo que se conoce
popularmente como «tercer ojo». Esta zona, directamente encima de la nariz,
corresponde a la pituitaria, que es la principal glándula endocrina. Este
centro se ocupa del intelecto y de la capacidad de visualizar y proyectar. Si la
zona está totalmente despejada, el individuo poseerá considerables capacidades
psíquicas.
La espiral de
la vida no termina en el intelecto, sino que asciende hasta el centro del
cerebro y la glándula pineal. Es el llamado chakra coronario y representa la
conciencia universal. Este receptáculo conectado con el infinito, puede recibir
energía externa al cuerpo.
Los hindúes
simbolizaron esta evolución de la energía con una serpiente, que ha sido
exquisitamente expresada bajo distintas formas artísticas desde la antigüedad.
Cada chakra se representa como una flor que se abre a medida que la serpiente
asciende por el sendero energético. La serpiente bíblica fue una versión
simbólica de este patrón energético que se manifiesta en toda la creación. Es
por ello que la serpiente era un animal sagrado para muchas culturas antiguas.
Aunque he
mencionado que hay siete chakras principales, en realidad existen innumerables
centros energéticos diminutos. He utilizado los siete chakras principales para
introducir el concepto, ya que la mayoría de personas familiarizadas con la
kundalini reconocerán ese sistema concreto. Sin embargo yo reconozco la suma
importancia que tiene el Octavo Chakra –entre otros-el cual está situado entre
el segundo y el tercero, es el Chakra umbilical. Este representa la
Inteligencia Universal.
Entendamos que
hasta que el organismo adquiere un intelecto, el Ser, tiene que basarse en una
Inteligencia Universal si es que quiere evolucionar. Bien es ya sabido muchos
abducidos han sido programados mediante este octavo chakra.
En resumen, lo
que nos ofrece la kundalini es un conducto energético de tremenda potencia, que
emana de la propia semilla de la vida. Es algo parecido a un circuito eléctrico
que se puede conectar a fuerzas más elevadas y pasarle una descarga.
Este aspecto de
la kundalini nos dice que el vehículo humano potencialmente puede captar o ser
captado por cualquier fuerza exterior, desde cualquier punto del universo.
Es así como los
seres humanos canalizan información de diferentes orígenes que normalmente
suponemos son fuentes «más elevadas». Es el mismo principio que se utiliza para
las transmisiones radiofónicas o televisivas, donde la energía es igual a ondas
que literalmente transportan información.
Surge de las
gónadas, donde empieza el germen de la vida, y sube en espiral por la zona que
conocemos como columna vertebral.
Existen siete
puntos de parada por el camino, o centros energéticos, que representan estados
de evolución vital. Estos centros energéticos son vórtices de energía que giran
y que llamamos chakras.
El primer
chakra empieza en las gónadas y se encarga del instinto de supervivencia del
organismo. Este se une al segundo chakra, encargado de los procesos
reproductivos de la vida (el sexo). El tercer chakra corresponde al plexo solar
y significa la capacidad de supervivencia del organismo. A estos tres primeros
centros se les conoce como los chakras inferiores, ya que son los aspectos
básicos de la función vital. Aunque son «inferiores», son tan necesarios para
el conjunto como los aspectos más elevados.
Desde el plexo
solar subimos hasta la cavidad torácica y este centro es el que se conoce como
chakra cardíaco. Es aquí donde el organismo procesa las emociones y los
sentimientos. En el caso ideal, este chakra debería unir los inferiores con los
superiores. El corazón se encarga de los temas de equilibrio. Las personas que
sufren ataques al corazón, muchas veces es porque han quedado conmocionadas por
alguna información que les deja en un desesperanzado estado de desequilibrio
que se manifiesta como paro cardíaco.
Encima del
corazón tenemos el chakra de la garganta. Este regula la expresión verbal, que
de forma ideal debería ser procesada por el centro cardíaco. Cuando alguien
habla desde el corazón, se le entiende perfectamente.
A medida que la
vida evoluciona por esta escalera energética, llega a lo que se conoce
popularmente como «tercer ojo». Esta zona, directamente encima de la nariz,
corresponde a la pituitaria, que es la principal glándula endocrina. Este
centro se ocupa del intelecto y de la capacidad de visualizar y proyectar. Si la
zona está totalmente despejada, el individuo poseerá considerables capacidades
psíquicas.
La espiral de
la vida no termina en el intelecto, sino que asciende hasta el centro del
cerebro y la glándula pineal. Es el llamado chakra coronario y representa la
conciencia universal. Este receptáculo conectado con el infinito, puede recibir
energía externa al cuerpo.
Los hindúes
simbolizaron esta evolución de la energía con una serpiente, que ha sido
exquisitamente expresada bajo distintas formas artísticas desde la antigüedad.
Cada chakra se representa como una flor que se abre a medida que la serpiente
asciende por el sendero energético. La serpiente bíblica fue una versión
simbólica de este patrón energético que se manifiesta en toda la creación. Es
por ello que la serpiente era un animal sagrado para muchas culturas antiguas.
Aunque he
mencionado que hay siete chakras principales, en realidad existen innumerables
centros energéticos diminutos. He utilizado los siete chakras principales para
introducir el concepto, ya que la mayoría de personas familiarizadas con la
kundalini reconocerán ese sistema concreto. Sin embargo yo reconozco la suma
importancia que tiene el Octavo Chakra –entre otros-el cual está situado entre
el segundo y el tercero, es el Chakra umbilical. Este representa la
Inteligencia Universal.
Entendamos que
hasta que el organismo adquiere un intelecto, el Ser, tiene que basarse en una
Inteligencia Universal si es que quiere evolucionar. Bien es ya sabido muchos
abducidos han sido programados mediante este octavo chakra.
En resumen, lo
que nos ofrece la kundalini es un conducto energético de tremenda potencia, que
emana de la propia semilla de la vida. Es algo parecido a un circuito eléctrico
que se puede conectar a fuerzas más elevadas y pasarle una descarga.
Este aspecto de
la kundalini nos dice que el vehículo humano potencialmente puede captar o ser
captado por cualquier fuerza exterior, desde cualquier punto del universo.
Es así como los
seres humanos canalizan información de diferentes orígenes que normalmente
suponemos son fuentes «más elevadas». Es el mismo principio que se utiliza para
las transmisiones radiofónicas o televisivas, donde la energía es igual a ondas
que literalmente transportan información.
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Y si juntos hacemos UN MUNDO a nuestra medida..........?
Un mundo donde elijamos la SIMPLICIDAD.
Un mundo donde la PAZ sea parte cotidiana de la vida.
Un mundo donde prevalezca el AMOR.
Un mundo donde la ALEGRIA llene los corazones de la humanidad.
Un mundo donde todos comprendamos el valor de la GRATITUD.
Un mundo donde yo pida por tu bendición y tú por la mia.
GRACIAS POR PERMITIRME CONOCERTE A TRAVES DE TUS
PALABRAS !!!
GRACIAS POR REGALARME UNA SEMILLA PARA NUESTRO SEMBRADIO !
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