ACEPTANDO LA MISIÓN...
...de cada uno, en la Unicidad
de la Misión con/junta
El Poder del Corazón
El amor a uno mismo y al otro, sostenido con nobles intenciones conscientes y coherentes con el TODO, nos habilita a encender la Luz del corazón.
Es cuando el ser humano, posee la energía cualitativa y cuantitativa para que la oración sea un medio y también un logro hacia un fin determinado.
El Poder del Pensamiento
Las formas de pensamiento crean un campo energético fuerte y elevado que acorde a los sentimientos del corazón, logran potenciar
el curso del destino planetario.
El poder de las palabras
Las palabras tienen vibraciones lo suficientemente altas, como para inspirar hacia la transformación y sanación del planeta y su gente.
El poder de Unir
El "unir" corazón (intención), pensamiento (atención) y palabra (acción), nos prodiga el saber de la MAGIA (milagro, don de dones, poderío, eficacia o logro total) para llevar a buen término un objetivo o proyecto personal y /o universal.
Unimos el Amor y compasión. El Entendimiento y discernimiento. la Fe y voluntad, para acceder al trípode que nos sostiene elevados en la Gracia y anclados en el accionar del Aquí y Ahora sobre la Tierra.
A través de esta unión, los seres humanos activamos nuestro vehículo de Luz para ir a "abrir el pórtico hacia la REAl/idad". Cuando aceptamos este poderío, estamos aceptando la "Maestría"* ...que llevamos dentro.
El poder de REunión
Si la UNION de Corazón, Pensamiento y Palabra de cada hombre, se proyecta a través de una REUNION de personas con un mismo objetivo, y tareas afines, es entonces, cuando se produce una sanadora Onda Expansiva de Luz y Amor.
Esta Onda Expansiva, provocada por la -reunión de maestros de -su propia Maestría-, y según cantidad de personas y calidad de fuerza energética, los guía a concretar y REALizar el fin para el cual se reunieron.
Esto es una COMUN-UNION entres seres.
Seres con impulso para manifestar/se... en pulso de Servicio planetario.
* Con nuestra Maestría llegamos a la Tierra. En el transcurso de los primeros años, va disolviéndose de nuestra memoria, y entramos entonces al "Salón del Olvido", donde nacen las limitaciones, los miedos, la falta de seguridad
y de confianza en uno mismo y con el otro.